¡ ENVÍANOS TU MANIFESTACIÓN DE PAZ !

Este espacio ha sido creado exclusivamente para exponer todas las expresiones o intensiones que recibamos relacionadas a la Paz Mundial.

Tu declaración es impotante, esperamos recibirla!

viernes, 4 de febrero de 2011

MANIFIESTO DE PAZ

Una propuesta de paz no puede ser una consigna de esas que han llenado el discurso político de la historia de la humanidad. No es el resultado de la mente de un elegido sino por el contrario, es el deseo de todos.
La paz es la sensación espiritual que le da sentido a la vida de cada ser humano y no existe persona en el mundo que no la necesite, que no la desee. La paz nos iguala pues nos desmaterializa. La paz del pobre es la paz del rico, pero la paz jamás pudo haber justificado que unos coman la comida del otro.
Cuando se oprimen los pueblos, unos por otros. Cuando se conquista, se asesina, se roba o se domina económicamente, nadie tiene paz. El dominador no tiene paz, está alerta para que no se escape su presa y ocupa su tiempo no en disfrutar ningún triunfo sino maquinando la manera de seguir bebiendo esa sangre, y nunca tiene paz. El dominado tampoco. No puede tenerla quien está siendo violado en sus más íntimos sentidos.
Pero las muestras y las evidencias que tenemos, comprobadas y comprobables, nos indican que podemos ejercer la paz en nuestro interior. Si cada uno en este preciso momento se decidiese a incorporar este pensamiento, la paz dejaría de ser una paloma blanca en el viento y sería en nuestro corazón, el más importante tesoro adquirido.
Cuando comencemos a buscar la paz adentro nuestro, en estos momentos, cuando nos demos cuenta de que aún ante todas las adversidades de la vida cotidiana, tenemos adquirido ese derecho, podremos observar de diferente manera como hay otros caminos. Si se acabaron las respuestas, cambiemos las preguntas.
Por qué no has comenzado a trabajar tu pensamiento para que abra el camino hacia tu calidad de vida? En un estado de paz, una persona puede comenzar a liberarse de todo aquello cuanto le preocupa. Esto es infalible y la más contundente muestra es tu propia respuesta. Cuándo te has detenido en tu silencio y te has propuesto como primera instancia, modificar el pensamiento? Sabemos que todos buscamos nuestros éxitos profesionales, vocacionales, artísticos, familiares; porque ello nos hace feliz y la felicidad nos traerá al fin de cuentas, la paz.
Pero cuando la vida nos juega diferente a lo planeado, perdemos el rumbo y nuestro espíritu se robotiza. Consumimos la televisión muchas horas, porque nos distrae. Consumimos medicamentos de laboratorios mercenarios, porque nos calma. Consumimos alcohol o cigarrillos porque estamos ansiosos. Consumimos todo lo que la tecnología nos ofrece porque tenemos vértigo y otras tantas cuestiones del consumismo que es la victoria más enorme jamás lograda sin disparos de cañón o metralla.
Así no estaremos en paz y todo será una pelota que gira. Pero si en el anonimato cotidiano, en cada almohada de cada integrante de este planeta, antes de dormir, nos propusiésemos tener paz, el triunfo sería inmediato y justo. Noble, por sobre todas las cosas. Porque la paz es justicia. Y si de algo estamos hartos, es de la injusticia.
Necesitamos que cada ser humano tenga la misma oportunidad y nadie saldrá perdiendo, a nadie le quitarán sus bienes ni le expropiarán nada si su hermano pobre tiene una oportunidad para dejar de serlo. La verdadera justicia puede comenzar cuando comprendamos el sentido de nuestra existencia, que es la paz. La paz de haber sido un gran empresario, un gran periodista, un gran hombre o una gran mujer. La paz es el diploma que hay que enmarcar y tener a la vista. Pero si no lo comprendemos, nada sucederá de importancia que nos beneficie en algo.
Comprender que la historia de nuestra Nación en particular, está articulada y basada en una apropiación de tierras, vidas y riquezas que habitaron aquí desde siempre y que tenían el mismo derecho a la vida, como la concibieran, que el invasor europeo; nos hará aceptar que la injusticia no es un cimiento de ningún edificio. La injusticia llenó de males a nuestra tierra y por lo tanto, hasta que no hagamos algo en tal sentido, seguiremos viendo como escriben su parte en la historia, aquellos seres que ningún mérito espiritual tienen para ofrecernos. La justicia es paz y en la paz, nadie pierde.
Hagamos nuestro manifiesto, inventemos nuestra semilla e insistamos y denunciemos que para salir adelante como pueblo, debemos igualarnos con nuestros hermanos aborígenes, las únicas víctimas de genocidio que no encarcelaron a sus verdugos. Podremos soñar en lograrlo juntos, el simbolismo nos dice que el resultado de la derrota aborigen, ha sido un conjunto de leyes sancionadas y enumeradas por doctores en nada, que se propusieron repartirse las riquezas de ayer, de hoy y de siempre. Inventemos un conjunto de leyes, de ordenamiento social, entre todos y cada uno de los habitantes, cualquiera fuese su color de piel o procedencia y quitemos de una vez, la venda a nuestros ojos. Una constitución nacional a espejo y semejanza de nuestros nuevos pensamientos que lleven a la paz.


Por Mariano E. González
LA PAZ NO SE DECLARA, LA PAZ SE EJERCE…

La Paz y el Equilibrio mundial, sólo es asequible si cada uno lo realiza interiormente. Es imposible que un Estado de Conciencia, de esas características, se haga extensivo a la humanidad mediante determinaciones legislativas o reglamentarias, así como tampoco se lo logrará con la imposición de dogmas y creencias de instituciones religiosas.
Cada individuo es una Expresión Real de la Vida, y por lo tanto es en sí mismo, un Representante Directo de Dios. Por ello, no existe mayor responsabilidad que ésta para cada Ser Humano, y al mismo tiempo, no hay deleite superior que el darse cuenta que, por esta universal condición, cada uno es absolutamente soberano en sí mismo, libre e indominable por nada ni nadie desde el afuera, ya que no existe ley humana que pueda estar por encima de esta verdad.
Cada ser, debe responder a su propio impulso espiritual, que no es otra cosa que el mandato del Poder Interno que le dio vida y expresión. Este Poder a su vez, es común a todos los seres que hemos emanado de la Vida. Por lo tanto, ésta simple comprensión es la vía que nos permitirá hacer que la Paz interna y personal, se convierta en una realidad mayoritaria, lo cual como dijimos, no se dará por mecanismos externos sino por lo contrario.
No es correcto pretender instaurar la Armonía y la Paz extensivamente sólo mediante acuerdos, cada individuo debe asumir la responsabilidad de aportar Su parte de Paz en el Mundo.
Quienes a la Paz la declaran, son los mismos que declaran las guerras, pues quienes viven en Paz, nunca las inician.
Nunca los Pueblos quieren la guerra, porque son los únicos que las padecen.
Siempre los gobiernos, serviles a los sectores de poder, son quienes las promueven porque son los únicos que las usufructúan.


Por Mariano G. Rodríguez